Por: Rubén Ángel Sierra GutiérrezAl
leer el titulo de este articulo probablemente el tema de sexo e hipnosis le interese y tenga tiempo para leerlo en este momento. En ese caso, sus mecanismos mentales estarán funcionado una vez más y sé sentirá a salvo, evitando hacerse preguntas incomodas, como lo ha hecho durante toda su vida.Desde el principio de la existencia del ser humano el sexo ha representado una importante faceta de la actividad humana, un comportamiento pre-programado e inherente a la esencia del hombre, con el que venimos todos a este mundo y que sin embargo, durante siglos ha sido reprimido en nombre de oscuros intereses como si sé tratase de algo ajeno a nuestra propia humanidad.El acto sexual, debería ser pues, una experiencia gratificante y enriquecedora en todos los casos, sin embargo en numerosas ocasiones es generador de dolor, ansiedad e inseguridad. Alguien dijo alguna vez, que el sexo era como el dinero, solo es importante cuando no lo tenemos. y en cierto modo no se alejaba demasiado de la realidad.El exceso de actividad sexual no conduce a un beneficio especial para nuestro organismo, por el contrario la carencia del mismo puede generar graves problemas psicológicos. Debemos pensar, que reprimir de un modo antinatural las necesidades sexuales es exactamente lo mismo que si por cualquier causa pretendiésemos seguir viviendo sin atender, por ejemplo, nuestra necesidad de comer. Incluso en nuestros días, todavía hay quien se esfuerza vanamente reprimiendo esa faceta de su personalidad, refugiándose en una falsa espiritualidad forzada, con la esperanza de no escuchar las demandas que su condición humana le impone. El ser humano es cuerpo y espíritu, olvidar cualquier parte de esa dualidad solo puede conducir al desastre psicológico. Cuantas veces oímos, en especial en labios femeninos, la frase “puedo estar sin mantener relaciones sexuales durante años”, esta frase, que se expresa por lo general con una extraña mezcolanza de orgullo y amargura, constituye uno de los ejemplos más claros de negación consciente a demandas subconscientes que de algún modo sé trata de bloquear. En la práctica esas energías tratan de ser acalladas derivándolas, hacia actividades sustitutivas, como pueden ser, largas horas de gimnasio o piscina una fijación obsesiva con la limpieza del hogar, o actitudes incluso mas graves como en algunos casos pueden ser la anorexia o la bulimia, hábitos compulsivos en los que sé mezclan también algunos elementos de autocastigo.Alguien puede pensar que las dificultades personales respecto al sexo no se proyectan en las demás facetas de nuestra vida, tal pensamiento es erróneo, nuestra estructura de personalidad es un bloque de comportamientos y hábitos que aplicamos en todas las circunstancias, tal como nos mostramos en otros aspectos de nuestra vida nos comportamos ante nuestra vida sexual y exactamente a la inversa nuestra actitud hacia el sexo la proyectamos en cualquier otro aspecto de nuestras relaciones sociales. Así las cosas, parece claro, que la dificultad en la integración con nuestra vida sexual imposibilita totalmente el equilibrio emocional y en consecuencia la felicidad que de el se deriva. En estos tiempos que nos ha tocado vivir, oímos hablar constantemente de autocrecimiento, autoconocimiento, y términos similares.Aseguramos que con la entrada al nuevo milenio, se impone un cambio de paradigma, una nueva espiritualidad, una forma más humana de acercarnos a nuestro entorno y a nuestros semejantes y nos aprestamos a ello con energía renovada, sin darnos cuenta que a veces todavía somos incapaces de mirarnos entre las piernas sin sentir rubor.Pero. ¿Porqué se toma esta postura ante el sexo?…Las causas pueden ser diversas, pero por lo general en la raíz de todo comportamiento subyace un motivo generador, que sé encuentra explorando los primeros años de nuestra vida, las dificultades con la actividad sexual también suelen radicar en nuestra infancia y suelen basarse, por lo general en miedos establecidos en esas tempranas épocas. En la mayoría de las ocasiones, experiencias traumáticas del pasado unidas a la asociación psíquica errónea que sé genero en el momento del incidente, impiden que la vida sexual del adulto se conduzca por cauces naturales. En este campo, la hipnosis, se ha mostrado particularmente eficaz, en el tratamiento de la impotencia masculina, la frigidez femenina, la ausencia de deseo, la anorgasmia, y las dificultades que llevan asociadas como culpabilidad, baja autoestima, falta de seguridad, miedos y temores infundados etc.La imaginación, es él más importante de los órganos sexuales, nuestra actitud hacia la actividad sexual es obra directa de nuestro pensamiento. Una imaginación negativista ante el sexo conduce a no gozar de las experiencias, y en consecuencia a perder gradualmente el deseo, por el contrario el positivismo nos lleva a gozar de un modo natural y sano de una importante faceta del ser humano. Una vez mas la hipnosis y la autohipnosis se revelan como una importante técnica de cambio y modificación de las deformaciones de conducta que en ocasiones arrastramos y alimentamos desde hace muchos años. No debemos temer al sexo, debemos temer la deshumanización.
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